Un verano decidí hacer escala en Hamburgo antes de volar a EE.UU. para un Siggraph. Pasé un par de días en casa de mi amiga Imke, y pude hacer algunas visitas al centro de la ciudad.
En verano me pareció una ciudad muy agradable y me sorprendió que no había barreras para pagar los billetes de tren y que a pesar de eso, todo el mundo compraba su billete.