Fue en un verano del año 2003 en que viajé a Budapest, donde llevaba un tiempo viviendo mi viejo amigo Esteve. Pasé allí una semana y fue de lo más especial. Nos divertimos, fuimos a varios de los baños públicos e hicimos algunas visitas culturales.
También recuerdo especialmente una noche que estuvimos en un concierto de música clásica, en lo que parecía una ceremonia de graduación y nos colamos.